Hace un año ocurrió lo que pensé que jamás me pasaría, mientras buscaba una foto en mi disco duro externo al levantarme me tropecé con el cable que lo conectaba a la corriente y éste salió volando por los aires. El resultado fue una catástrofe porque ya no funciona. Dicen los que dicen que saben que tiene arreglo pero costará, otros dicen que tiene arreglo pero no recuperaré toda la información, otros más despiadados me dicen que ya no sirve.
El asunto es que en esa memoria artificial guardaba TODOS mis recuerdos fotográficos de unos 10 años más o menos además había guardado casi toda mi música, es decir que además de la información sagrada, también se fue a la basura las horas invertidas en archivar mis recuerdos. El disco permanece guardado en una caja y prefiero vivir con la duda de lo que en realidad tiene, es el miedo de enfrentarme a lo peor: SE HA PERDIDO LA MEMORIA.
Ayer sábado, mientras mataba el tiempo subí algunas fotos de mi blackberry al facebook, es tan placentero recordar momentos, pequeños instantes que quedan capturados en una foto y que con gusto comparto. Y son todos los recuerdos que guardo en una memoria artificial.
La música es otro drama del que no quiero pensar porque muchos de los discos que pasé al disco duro externo, ya los regalé. Así es mi filosofía musical aprendida de mi gran Tech Guerrero, ya no me gusta almacenar, me gusta tener, disfrutar y compartir. Los que me conocen han visto despojarme de grandes colecciones musicales.
Y mi memoria?, aún los recuerdos siguen, aún los puedo ver y mejor que en una foto, porque ellos guardan cada emoción. No niego que sí me da coraje saber que perdí mucha de mi historia, pero por otra parte pienso que la vida continúa, que las experiencias me esperan y que podrán ser capturadas en una foto.
No tengo evidencia fotográfica de mi pasado, así que le doy la bienvenida al borrón y cuenta nueva…
