lunes, 28 de marzo de 2011

"En el dinero y en el amor..."

Siempre he creído que el dinero y el amor se parecen. En ambos casos y dependiendo de la inversión se pierde o se gana, hay deudas, crisis y hasta suicidios o quienes definitivamente prefieren no arriesgar.

Desde que empezó el año he estado en contacto con un asesor financiero, los casos que me cuenta son dignos de una película de de terror y los hay de llamar la atención:

El marido que abandonó a la esposa e hijos dejándole unas grandes deudas, como puede la señora se puso a trabajar haciendo de todo para cumplir con el pago puntual de la deuda y ahí la lleva. El señor que tiene una deuda tan grande y su rancho en Tamaulipas es igual de grande, pero no lo puede vender porque ahí andan los "Zetas", mientras su deuda crece y crece y ni para cuando pagar. El que de plano se pasa de listo es el que dice: "Debo? sí, dinero? no tengo y háganle como quieran".

Así son las deudas financieras, uno se "casa" con la institución bancaria y las responsabilidades llegan puntuales, porque si las cosas andan mal seguro llamará a toda hora y hará dramas como si fuera un novio requiriendo atención (su pago). Y si las cosas andan bien, también llamará a toda hora para vender el seguro que lo puede "todo". Las consecuencias de la mala educación financiera.

Pero qué relación hay con el amor?...

Poco más de 2 años me tomó visitar a una terapeuta para que revisara mi salud mental y reparar así algunos problemas a través de la terapia cognitiva conductual. Dentro de toda esa maraña de ideas, miedos, inquietudes llegamos a la parte de EL AMOR. Resulta que para el amor hay que invertir 3 simples cosas, no pueden ser 2, no puede ser 1, no pueden ser 4 y comparto algunos fragmentos:

Para que la relación permanezca se necesita según opinión de Walter Riso, una combinación adecuada de EROS, FILIA (amistad/camaradería) y ÁGAPE. Este último es el amor que no pide nada a cambio y que se manifiesta en respeto por los demás. Lo que diferencia a ágape de eros y filia es el desinterés, por ello nunca causa sufrimiento a otros. La clave de ÁGAPE es poderse desprender del EGO, de las necesidades de la personalidad.

Se puede amar sin estar enamorado. Cuando se está enamorado se cree amar, pero es muy posible que sólo se esté percibiendo la apariencia de quien creemos amar. Se ve solo lo positivo, lo que integra no lo que desune. Estamos en una especie de hipnosis que impide ver en forma integral a quien se ama. Nos desenamoramos, en parte, por las mismas razones por las que nos enamoramos. Vemos las mismas cosas pero en el desenamoramiento las percibimos en negativo: la ternura se volvió melosería; la seguridad en sí mismo, dominio; el auto-control en falta de espontaneidad etc. También porque descubrimos facetas del alma del amado que no nos gustan.

El enamoramiento con o sin amor, puede subsistir si se dan las condiciones apropiadas, entre ellas la falta de seguridad y de rutina; es decir, si se mantiene la incertidumbre. Por ello la convivencia estrecha lo amenaza tanto. Entre más interdependencia en una relación mayor riesgo para la estabilidad de la misma pues aumentan las expectativas y el riesgo de que estas no sean satisfechas. El tiempo también representa un peligro para el enamoramiento porque aumenta las posibilidades de cambio y con este el hecho de que los ajustes iniciales de la relación no permanezcan. En los cambios se deberá mantener la complementariedad para que la relación subsista o en su defecto tener un fuerte vínculo con el alma del otro.

Una buena relación de pareja debe tener ambos componentes, amor y enamoramiento, pero debe predominar en ella el amor expresado en FILIA y en Ágape

La vida de pareja perfecta es eros, filia y ágape en cantidades adecuadas, que se adapten a las necesidades de cada uno. Hay parejas que son más eróticas, otras más fílicas o más agápicas, dependiendo de sus preferencias. Aun con amor si no hay enamoramiento es poco probable que pueda existir una excelente relación de pareja. Si no fuera así la mejor pareja sería el mejor amigo (a).

*************

En conclusión el amor también nos hace compulsivos, hacemos grandes inversiones como tiempo, dinero, paciencia, tolerancia y etc., muchas veces esperando recibir lo mismo o más!, o simplemente nos conformamos con recibir poquitos "intereses". Las consecuencias de una mala autoestima.

Se lee complicado, pero no lo es!, nosotros muchas veces hacemos que así sea.

Así que pregunto: Cómo andan sus inversiones?...

Lo que escribo en este blog NO es la verdad absoluta, no es la regla a seguir, simplemente comparto mi percepción de las cosas basadas en experiencias PERSONALES.

Nos leemos pronto.

2 comentarios:

Gabby dijo...

Oish, esos temas del amor siempre he pensado que son demasiado tétricos y complicados! Yo creo que parte del problema de que nos rompan es porque tendemos a idealizar y a idolizar y cuando te das cuenta que esa persona no es perfecta, o no es lo que esperabas, te decepcionas y sales corriendo y te olvidas hasta del enamoramiento.
Creo que lo ideal es ir conociendo a la persona, compartir momentos y volverse cómplices... lo demás llega solo :)
Besos Miss

Anónimo dijo...

Vaya que es complicado, y mira que te lo digo yo, un Psicólogo. Desafortunadamente no todas las personas comprenden que se trata de una inversión, y siguiendo la analogía con el dinero, muchos al casarse consideran que es cuando deben retirar toda su inversión y sus ganancias, dejando poco "capital amoroso" para continuar. O sucede que sólo uno de los dos pone, y el otro hace retiros.

El tema siempre va a dar para mucho, han corrido ríos de tinta escribiendo sobre el amor.